Para Cultivarse....


miércoles, 1 de agosto de 2007

Sobre Literatura: prólogo.


¿Cómo no encantarnos con la Literatura si ésta nos sumerge en mundos diferentes, bellos, inquietantes, donde todo puede ser asi como no ser?

Nos es imposible describirla en pocas palabras, pero en esta ocación, me referiré exclusivamente a un tipo de literatura no muy común, prohibida en su tiempo-a veces hasta hoy en día-, y cuyos autores no son fáciles de encontrar; me refiero a la literatura sadomazoquista(aunque éste no es su término genérico).

Ejemplos extraordinarios y muy conocidos son el Marqués de Sade, y Leopold von Sacher Masoch-nombre del cual nace la palabra Mazoquista-, y autores más contemporáneos como Melissa P., autora de un libro polémico en ciertas regiones del mundo: Cien cepilladas antes de dormir; no se nos queda fuera Geoff Nicholson con "El Festín", ni mucho menos Yoko Ogawa con "Hotel Iris".


Quizá la tónica de esta temática es el juego entre la fantasía/realidad que nos expone, al ser situaciones que pasan en la vida real, pero que muchas veces se salen de control más allá de la vida misma. También es interesante la filosofía que nos expone Sade, ya que sus personajes son tanto filósofos como libertinos, y Masoch en tanto, nos expone el pensamiento y el sentir de una persona que no desea otra cosa que satisfacer a su amo en carne y alma.

Es increíble y difícil de aceptar y pensar, analizar que este tipo de literatura no es una pornográfica, como la llaman ciertos sectores de la sociedad(sobre todo en los tiempos del Marqués de Sade), ya que nos deja entre ver una realidad social y humana, tanto síquica como físicamente, y que por lo demás, es muy antigua, ya que en tiempos pasados, como por ejemplo los romanos, los que eran sodomitas, realizaban este tipo de práctica sin ninguna vergüenza.

Cabe apuntar finalmente, que a pesar de que la lectura de este tipo de texto repercute en nuestro organismo-tanto sicológico/imaginativo como el corporal mismo-, muchas veces nos entrega mensajes profundos e históricos, tocados delicadamente por gente a la cual la filosofía del "predicar pero no practicar" o "reprimir los instintos salvajes", nunca se les vino en gana practicarla-ni mucho menos asumirla como cierta, siendo ejemplo acérrimo Sade-, ya que como sabemos y nos dieron a entender con sus actos: Libertad plena no fue un ideal inalcanzable para ellos, sino que intentar traspasar o demostrar esa filosofía a la sociedad fue lo imposible,`precio bastante alto que pagaron con cárcel y incluso la Muerte.-

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